La mayoría de los acontecimientos que ocurren en ciclismo pasan inadvertidos para los medios de comunicación a no ser que sean temas de dopaje, los cuales ocupan grandes titulares.
El ciclismo de carretera tiene un poco mas de éco en los medios y mas en estos días con la Vuelta España, pero el tema se agrava cuando nos referimos al mountainbike, pues bien este fín de semana se ha proclamado campeón del mundo un español,Jose antonio Hermida, para muchos medios la noticia no pasa de ocupar un pequeño recorte de periódico o simplemente ignorarla en la televisión que pagamos todos, pues desde este humilde rincón quiero informaros de tal acontecimiento y felicitar al nuevo campeón, no solo de fútbol, motos, baloncesto o coches vive el hombre hay otros deportes pero como diría aquel anuncio "igual no son de este mundo"
En una emocionante final élite, José Antonio Hermida se ha proclamado campeón del mundo de BTT en los Mundiales de Mont-Sainte Anne, aventajando en 29 segundos al checo Jaroslav Kulhavy y en 1-10 al sudafricano Burry Stander. Excelentes también Carlos Coloma, sexto, e Iván Alvarez, décimo.
Había sido campeón del mundo junior en Cairns 1996, sub-23 en Sierra Nevada 2000, y tres veces ‘arco iris’ en el team relay -1999, 2000 y 2005. Incluso otras tres veces campeón de Europa (2002, 2004 y 2007) y subcampeón olímpico en Atenas, pero el título absoluto se le resistía: lo más cerca que se había quedado fue un bronce en Livigno 2005. Ahora, con 32 años recién cumplidos, el de Puigcerdá es ya campeón del mundo absoluto, el título que adorna el palmarés del mejor ‘biker’ español de todos los tiempos.
El catalán dio un recital en la última vuelta, donde se impuso al checo Jaroslav Kulhavy
La carrera resultó espectacular, ya que tras dos primeras vueltas de tanteo en las que Kulhavy llevó la delantera, fue en la tercera cuando quedaron por delante el checo, el sudafricano y el español, algo descolgado, mientras que Nino Shurter y Julien Absalon, los dominadores de las últimas ediciones, comenzaban a perder comba.
Al completarse el cuarto giro, Hermida ya había tomado la cabeza, con una leve diferencia sobre sus dos rivales, aunque Kulhavy resistiría hasta la penúltima a escasos segundos del español, que en una grandísima última vuelta se iba a la conquista del arco iris.
Por detrás, otros dos españoles se meterían en el 'top ten'. Por un lado un Carlos Coloma que se mantuvo entre el sexto y el séptimo puesto, para acabar en la mejor posición, a 2-43 del ganador; por otro Iván Álvarez, cuya lucha fue entre la posición novena y la décima, a la que finalmente cayó en la última vuelta, cediendo 4-30. Los otros tres españoles no estuvieron tan afortunados en el circuito canadiense: Iñaki Lejarreta era 31 (a 10-51); Sergio Mantecón, 38 (a 12-55), y Rubén Ruzafa, 46 (a 15-13).
Peor le fue a la representantes femeninas, pues la balear Marga Fullana tuvo que conformarse con la vigésimo séptima plaza y Anna Villar con la trigésimo primera, en una prueba en la que se impuso la polaca Maja Wloszczowska con un tiempo de 1.48:21 horas.
La ciclista polaca aventajó en 48 segundos a la rusa Irina Kalentieva, plata, mientras que la estadounidense Willow Koerber, cerró el podio a 52 segundos de la ganadora.
Entrevista después de la celebración:
Ha sido un Mundial diferente a todos ¿No?
-"Apenas dormí dos horas el sábado por la noche, pero estoy perfecto. Me sentí como una auténtica estrella, celebrándolo con un millar de personas que me hicieron llegar todo su cariño. Todo el mundo se acercaba a felicitarme y sentía que como si el mountain bike se sintiera feliz por mi victoria. Fue genial".
¿Había vivido antes algo igual?
-llegué a la habitación de madrugada y no pude dormir. Mi cabeza no paraba de evaluar lo que he conseguido y me costó dormirme. Eso sí, saboree cada segundo de la carrera; todo eran flashes de esas dos horas mágicas de carrera".
¿Es un título diferente a todos los que ha logrado hasta hoy?
-Es un título que siempre he querido tener. La medalla olímpica la valoro mucho, pero es una competición más bien mediática y que te ayuda a tener repercusión a nivel mundial. Pero dentro de la familia del mountain bike, el Mundial es lo máximo; es el reconocimiento a toda una trayectoria. Siempre había estado ahí, dando en el poste, pero por temas deportivos o extradeportivos nunca había podido dar en la diana".
Lo preparó a conciencia ¿No?
Esta victoria no fue por casualidad. Lo llevaba preparando con mi equipo desde muchos meses antes; sólo tenía esa carrera en mi cabeza y toda mi preparación estuvo enfocada al Mundial. Cuando llego a Mont Sainte Anne me siento bien, el trazado del circuito me encanta. He competido en el muchas veces, siendo segundo en varias ocasiones, pero nunca llevándome la victoria.
¿Es un circuito talismán para Ud.?
-Tanto como eso no, pero mi estado de ánimo mejora, vengo con ganas de pasarlo bien. Para mí es como Disneylandia.
¿Donde estuvo la clave del triunfo?
-Salí muy mentalizado, con el sentimiento de que quería ganar. Quería que todos esos segundos puestos conseguidos aquí pasaran a un segundo plano y que pudiera tener ya una victoria. Y se dieron las circunstancias para conseguirlo.
¿Es la culminación de un carrera?
-Lo que si es cierto es que ahora ya pienso que el día que me retire lo podré hacer tranquilo. Para mi lo mejor ha sido que el resto de corredores me han felicitado y me han hablado de la justicia de este deporte. Yo no hablaría de justicia, ya que las victorias hay que trabajarlas y son muy complicadas.
¿Es cierto que ya le tenían preparada la ropa con los colores arco iris de campeón del mundo?
-Por lo visto el equipo confiaba tanto en mí que volviendo de Canadá haré escala en Zürich y me han dicho que tendré que salir de la zona de transfers para que me den la ropa con los colores de Campeón del Mundo, que ya está lista en la oficina. Yo no sabía nada y seguramente no me habría enterado de la fabricación de esa ropa si el resultado no hubiese sido el que ha sido.
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