lunes, 3 de diciembre de 2007

TORTICOLIS


El tortícolis espasmódico es un espasmo doloroso continuo o intermitente de los músculos del cuello, que fuerza la cabeza a rotar e inclinarse hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados.
El tortícolis afecta a una de cada 10 000 personas y es, aproximadamente, 10 veces más frecuente en las mujeres que en los varones. El trastorno puede presentarse a cualquier edad, pero su incidencia es mayor entre los 30 y los 60 años. Por lo general, se desconoce su causa pero a veces el tortícolis se debe a enfermedades como el hipertiroidismo, las infecciones del sistema nervioso, las discinesias tardías (movimientos faciales anormales producidos por la ingestión de fármacos antipsicóticos) y los tumores del cuello.
En raras ocasiones, los recién nacidos sufren tortícolis (tortícolis congénita) como consecuencia de lesiones en los músculos del cuello durante un parto difícil.


Síntomas
Pueden aparecer espasmos dolorosos y agudos de los músculos del cuello, que comienzan de repente y se presentan de modo intermitente o continuo. Por lo general, sólo resulta afectado un lado del cuello. La dirección en la cual la cabeza se inclina y gira depende de cuál es el músculo del cuello afectado(ESTERNOCLEIDOMASTOIDEO,TRAPECIO). Un tercio de las personas que presentan este trastorno tiene también espasmos en otras zonas, habitualmente en los párpados, la cara, la mandíbula, o las manos. Los espasmos aparecen sin advertencia previa y, muy raras veces, durante el sueño.
El tortícolis varía de leve a grave y permanente. Alrededor del 10 al 20 por ciento de las personas que lo padecen (habitualmente jóvenes con casos leves) se recupera sin tratamiento. En la mayoría, sin embargo, el trastorno empeora gradualmente en un período de uno a cinco años, estabilizándose después. El tortícolis puede persistir toda la vida, provocando dolores continuos, movilidad restringida del cuello y deformidades posturales.
Tratamiento
Cuando se identifica una causa (como el crecimiento anormal de un hueso), el tortícolis puede tratarse de manera eficaz. Sin embargo, es menos probable que el tratamiento controle el espasmo, cuando la causa es un trastorno del sistema nervioso o si ésta se desconoce.
En ocasiones, el espasmo se alivia de manera temporal mediante fisioterapia y masajes. Existe un tipo de masaje mediante el que se aplica una leve presión sobre la mandíbula en el mismo lado de la rotación de la cabeza.
Los fármacos ayudan a reducir los espasmos musculares y los movimientos involuntarios en alrededor de un tercio de los casos y, habitualmente, ayudan a controlar el dolor causado por los espasmos. En caso de tortícolis congénito la fisioterapia intensiva para estirar el músculo dañado se inicia en los primeros meses de vida. Si no resulta efectiva, o si se inicia demasiado tarde, puede ser necesario reparar el músculo quirúrgicamente.

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