La bicicleta es el medio de transporte en auge, pero la seguridad continúa siendo su punto débil. En España, dos millones de personas nos desplazamos habitualmente con este vehículo
El crecimiento de usuarios es proporcional al incremento de conflictos entre ciclistas y conductores.Dos de cada tres usuarios de bici dicen que los coches no moderan su velocidad ni respetan la distancia lateral de seguridad, lo que origina la mayoría de los accidentes en los que se ven implicados los vehículos sin motor. ¿Cómo pueden mejorarse esta convivencia?
Javier Casajús, un ingeniero jacetano y estudiante de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Calatayud, tiene una solución. Propone dotar a la bicicleta de un haz luminoso de color rojo que proyecta sobre el suelo una circunferencia de 1,5 metros de radio. Esta indica las distancias de seguridad que el resto de conductores deben respetar, tanto por alcance como lateralmente. «Muchas veces, el conductor de un turismo no se percata de que no está dejando el espacio adecuado para evitar llevarse por delante al ciclista. Con esto tendrá una barrera visual que le indicará cuánto debe separarse. Los accidentes podrían reducirse considerablemente», explica Casajús.
La propuesta -denominada 'light-bike'- le ha valido el primer premio del III concurso de iniciativas juveniles por una movilidad segura, organizado por la asociación Stop Accidentes y dotado con mil euros y un ordenador portátil. Su idea está ahora en el Instituto Tecnológico de Aragón, de quienes dependerá el desarrollo.
Para utilizar el 'light-bike' bastaría con colocar bajo el sillín de la bicicleta un dispositivo con un láser (como el que se ve en la foto). Este podría incorporarse a las bicicletas en el proceso de fabricación o instalarse en las ya existentes mediante una brida metálica, según detalla el proyecto de Casajús. Al encenderlo, proyectaría sobre la calzada una circunferencia o una semicircunferencia, según si al ciclista le basta con que queden marcadas las distancias laterales y trasera y no la delantera.
El haz de luz tendría dos posibles fuentes de alimentación: bien una dinamo que active el láser automáticamente con el giro de las ruedas, o bien con una pila o batería y un botón para encenderlo y apagarlo. «Hasta ahora, la luz de las bicis o los chalecos reflectantes de los usuarios solo indican dónde están, pero no cuánto puedes acercarte con tu coche sin crear una situación de peligro. Es un avance», cuenta el ingeniero aragonés. Este ya obtuvo el pasado año el segundo premio en el concurso de Stop Accidentes. En esa ocasión lo hizo con un sistema luminoso colocado en los semáforos de peatones. Cuando estos se ponían en verde, la luz se encendía y creaba una barrera visual de lado a lado de la calle para advertir a los conductores que no se hubieran percatado del estado del semáforo.
PD:Dedicado a Isabel Piscinas y su guerra contra los ciclistas
1 comentario:
buena idea, el problema vendrá cuando el propio ciclista no respete su propio espacio de seguridad al meterese entre los coches.
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