viernes, 17 de mayo de 2013

Y el agua sigue cayendo,de record


Confirmado: 2013 es el año más lluvioso de la historia. Al menos, de la historia conocida por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), cuyos registros en la región se remontan a 1931. Un informe realizado por la agencia oficial detalla que entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año cayeron sobre la región una media de 903 litros de agua por metro cuadrado, un 20,4% más que 1979, año que hasta ahora ostentaba el récord.
La estadística confirma que 2013 está lejos de ser normal, meteorológicamente hablando. Lo habitual es que en los primeros cuatro meses del año caigan 361 litros por metro cuadrado y esta vez se han recogido casi el triple.
Los pluviómetros baten plusmarcas y no son los únicos. Hasta el 30 de abril se habían contabilizado 78 días de lluvia, lo que desbanca en la materia al ejercicio meteorológico de 1986, cuando los cielos descargaron precipitaciones en 73 jornadas alternas.
En lo tocante a la nieve y el granizo 2013 no quedará como el debut más extremo, pero poco le faltará. Lo habitual es que por encima de los 800 metros se cuenten 63 días de precipitaciones en forma de nieve hasta finales de abril. Esta vez son 81, siete menos que 1986, que en esto sí conservará su récord. En cuanto al granizo, los mismos registros señalan que lo normal es ver las bolas de hielo seis días durante los cuatro primeros meses; esta vez han caído durante 19. Sólo los asturianos de 59 años o más pueden decir que han visto más granizo entre enero y abril.
Hay que hacerle un matiz a todos estos datos. La concatenación de las lluvias no empezó con el cambio del año. El verano extremadamente seco de 2012 se cortó en octubre con unos chubascos que no cesan. Es decir, van siete meses completos marcados por los aguaceros, lapso en el que ya serían 1.320 los litros de agua caídos de media sobre cada metro cuadrado de suelo asturiano.
La palma se la está llevando el suroccidente profundo. De octubre hasta abril, la estación de la Aemet en Degaña da cuenta de la recogida de 1.514 litros de agua de lluvia y nieve, un 30,6% más de lo que viene siendo habitual. Es el récord asturiano, pero tiene rivales de peso a nivel nacional, todos ellos en la fachada atlántica y el País Vasco. Los pluviómetros de Vigo suman 1.706,3 litros en el mismo tiempo, en Santiago de Compostela van por 1.633,5 y Pontevedra está unos litros por detrás. San Sebastián y Hondarribia presentan valores parejos.
La anomalía asturiana es respecto a su propia historia y basta para causar un reguero de argayos en las carreteras, mantener a los embalses al 92,53% de su capacidad y afectar al personal.
El empecinamiento de los temporales «impide a la gente salir de casa tanto como acostumbra, es decir, afecta a la movilidad social», ilustra el psicólogo gijonés Miguel Silveira. El contacto con los semejantes permite confrontar ideas, oxigenar el pensamiento. El invierno prolongado «influye a todos porque con la luz generamos melatonina, una hormona que hace que estés mejor; su falta provoca que la gente ande con un estado de ánimo más bajo y cierta necesidad de que llegue ya la primavera y podamos salir y quitarnos la ropa», aprecia Silveira. 
PD:Datos obtenido de una articulo del Diario El Comercio.

1 comentario:

Jose dijo...

Pues por menos días de lluvia Noé construyó su barca.

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