No todo lo que da pedales está rodeado de mierda.Se que la que está cayendo en el mundo del ciclismo con el doping no es moco de pavo.Quiero decir de antemano que no pondría la mano en el fuego por ninguno de los ciclistas profesionales, pero tampoco la pondría por el 99,99% de los deportistas de élite.También se que el ciclismo está en estos días en el ojo del huracán, pero soy de la opinión de que si se buscase ,como se busca en el ciclismo, en otros deportes seguro que aparecerían tanto o mas casos de doping sistemático, o es que dudáis de que deportes que mueven cantidades indecentes de dinero no estarían dispuestos a cualquier tipo de método para mejorar el rendimiento de sus deportistas.Como dicen "el que busca encuentra", el caso es buscar.
Bueno este pequeño momento de enajenación mental viene a cuento para decir que en el ciclismo hay historias que merecen mucho la pena,no me refiero a grandes gestas,victorias espectaculares, ascensiones vertiginosas, si no a historias humanas 100%.
Esta es la historia de Markel Irizar un ciclista profesional que superó un cáncer testicular,su testimonio y el de todas las personas de su entorno familiar y profesional.
Algo mas que ciclismo,simplemente o grandiosamente LA VIDA.
4 comentarios:
Muy guapo.
Muchas gracias.
Historias con verdad.
Estoy de acuerdo contigo, creo que lo del dopaje en otros deportes está más extendido de lo que sale a la luz pública. Deberían emplear el mismo rasero con todos los deportes de elite, seguro que las estadísticas serían otras.
Guapa historia de superación la de Markel.
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